Manel Juan, jefe de Inmunología del Hospital Clínic de Barcelona, intenta entender por qué varios pacientes no se infectan, aunque han tenido trato con contagiados.
En diálogo con El País de España, el inmunólogo experto, explica que la forma en que se sabe si una persona es inmune al virus es ver los linfocitos T, que ofrecen la protección, pero advierte que la clase de prueba para detectarlos es un proceso bastante complejo, toma demasiado tiempo y no es práctico hacerlo.
Síguenos en Google News como tu fuente de Noticias
La demostración recogida por Juan y su conjunto sugiere que los individuos que hayan estado expuestos a los otros cuatro tipos anteriores de COVID-19 podrían obtener inmunidad duradera ante al COVID-19.
A pesar de que parezca contradictorio, el experto indica que los anticuerpos no son el único elemento que inmuniza en el futuro: “Puedes obtener muchos y que la inmunidad dure un poco menos o no obtener prácticamente algo y que dure mucho”, anuncia.
Y añade el experto, citado por el medio europeo: “Es verdad que los que han sufrido una patología más comprometedora de promedio poseen más anticuerpos, pero hay aquellos han sufrido una patología muy comprometedora y tienen bastante pocos anticuerpos. Y al revés. Los anticuerpos no son el marcador real de la inmunidad (al COVID)”.
Frente la pregunta del medio de la conveniencia de un pasaporte que diga que la persona es inmune al COVID-19; el médico advierte que eso puede generar segregación, por ejemplo, entre los integrantes de una compañía o una comunidad educativa.